“Así
podré recordar las extremidades que me quedan
Y
coserlas juntas para formas un nuevo cuerpo
donde
el clima del noroeste deja los cuerpos despojados
Persiguiéndote
en círculos no intentando atraparte
Sigue
a tu corazón hasta el infierno si tienes que hacerlo”
Aviso de contenido: disforia, trastorno de estrés post-traumático, identidad disociativa (alters), miedo al abandono, bullying, transmisoginia
En mis bolsillos, arena
desapareciendo por los agujeros de mis zapatos
de tantos sitios donde estuvimos que
ahora no recuerdo sola no
necesito ayuda frente al espejo
para ver las marcas de sangre
sobre las que crecen las ramas y las zarzas que
raspan
y que forman una línea más allá de mi cara
hacia e l l e s
Asher se aferra a ese momento donde no se sintió
sole
lo teclea miles de veces, cuando una confesión llegó
desde Finlandia
a una fogosa deshazón, como volando alas,
cuando nos damos cuenta de que hemos sido
"cuir" desde pequeñes
¿con todes nuestres amiguites?
guardando cajas de pandora en nuestros bolsillos,
sabiendo que estos cuerpos estaban marcados
con hierro ardiendo,
y odiándolos
así nos sentíamos siempre
y compartíamos canciones
sobre el miedo a la depérdida y al abandono.
Esto es la amistad, pero Asher no siempre sabe
llorar,
no siempre sabe confesar secretos,
no siempre sabe pasar una noche en vela,
esperando que otra persona, no ella, no no, nunca
ella misma
se durmiera
para estar a solas con las otras partes…
Mariposa… mirando hacia fuera,
y Centinela insistiendo, "nadie es como
tú",
la soledad aislante de un armario gigante
de miedos y fuerzas gravitatorias
que me dieron mis amiguites
aquelles que duraron
y aquelles que se fueron.
Esto es la amistad para Centinela,
recordar que siempre
puedo confesar secretos
para que luego duelan mucho
al ser lanzados a mi cara,
pero aun así, querer, querer como Fada, querer
desairada, querer mucho, querer con el espejo en la mano, querer querer querer
tan sólo querer...
“Los niños se ríen: su risa
identifica.
No
hay crueldad mayor que la de preescolar.”
de arena o tierra
piedras o rocas
crisálidas o larvas
cuánta gente pasaba alrededor y cuánta gente lo
pisaba
y no me querían nada
decían mi otro nombre y miraban a mi rostro y me
decían
que me veían al otro lado del espejo
no, yo y Fada no vemos nada,
sólo una marca.
¿Qué soy sino mi miedo en ese patio de recreo
en esa tierra hecha de desasosiego?
¿Qué soy en estos ojos y qué seré después
cuando haya partido muy muy lejos?
La risa de las personas que me han hecho daño
y las lágrimas de otras niñas que, como yo, no
entienden,
el círculo de piedras,
la desazón
de estar perdida....
como cumpliendo muchos menos
como en el patio del recreo.
como cumpliendo muchos menos
"Hoy cumplo once años. Hoy tengo once, diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos y uno, pero deseo tener ciento dos. Deseo tener cualquier edad menos once años, porque quiero que el día de hoy esté ya muy lejos, tan lejos como un globo que escapa, como una minúscula o en el cielo, tan pequeña tan pequeña que has de cerrar los ojos para verla."
Sandra Cisneros, Once (de Women Hollering Creek)
Mariposa cree que
todes van a
odiarme siempre,
van a hacer
grandes fiestas cuando desaparezca,
van a señalar
mis agujeros en los zapatos y reírse,
siempre se me
notó que era una chica asustada,
mi sanghre
amarilla salpica en sus caras,
todas pintadas,
Mariposa también cree que
es posible hacerlo de
otra manera,
habrá otras arenas, más allá,
los fantasmas pueden ser
curados si se les atiende
y también se les pone nombres.
Quizás es porque ella
ha conocido a Crisálida en el espejo
o quizás es porque es la única que se da
cuenta de que los agujeros en los zapatos no revelan calcetines, ni piel, ni
siquiera carne, sólo arena y sangre. Sin arterias, sin presión, sólo arena
deshecha y sangre. Sin músculos, sin tendones, sólo arena desértica y sangre.
Mis agujeros en los zapatos, un tesoro endemoniado, sólo arena movediza y
sanghre.
He escrito muchas cosas y he hecho poquitas
he girado las manos y he me he despedido “adiós”
he dicho no quiero volver a saberlo nunca ni a
tocarlo ni a mirarlo
nisiquiera a pensar en ello, no quiero saber cómo se
siente
posesiva hasta el infinito, desgarrada hasta las
dunas del
Desierto.
La tormenta es la excusa para llevarse todo y
olvidarse
de todes.
"Una pequeña tormenta estrellada" es un adelanto de textos que pertenecerán a mi segundo poemario Desierto II: ...Ya viene la tormenta, formado por textos cortados, descontextualizados, collageados, modificados... para formar un relato distinto al que tendrá el poemario y a la vez para dar una idea de su contenido. Además, es uno de los textos que se escucharán (parcialmente, modificado, con música, recitado, cantado o susurrado...) junto con poemas del primer libro, en el recital presentando Desierto de Reflector Libros el 15 de junio en Molar.